- Los sistemas se dividen a su vez en subsistemas (lo que existe dentro del sistema) y suprasistemas (el universo en el que se desenvuelve el sistema).
- Los sistemas cuentan con fronteras definidas (los límites del sistema) y están provistos de sensores con los que perciben su medio ambiente.
- Cualquier tipo de sistema tiene como principal propósito la equifinalidad. Es decir, todos los elementos que lo integran funcionan para alcanzar el mismo objetivo o finalidad.
- Los sistemas generan la sinergia entre sus partes, cuya suma de 2 1 2 . 4, o bien, la suma total siempre es mayor que la suma de sus partes. A esta característica también se le llama de retroalimentación1 de refuerzo. La retroalimentación de refuerzo permite que el sistema, objeto de estudio, acelere su crecimiento o su caída (como en el caso del pánico financiero que se produce en los mercados) creando un efecto de “bola de nieve” hasta cierto límite, donde comienza a producirse la retroalimentación de equilibrio que tiende a conservar en cierto estado las cosas (para bien o para mal).
- Los sistemas cuentan con un elemento regulador de sus procesos para mantener el equilibrio, que se conoce como retroalimentación de equilibrio.
- Todo sistema cuenta, dentro de sí, con un mecanismo de demora o de espera. Este elemento se refiere a que siempre existe un lapso de tiempo entre una causa y el efecto deseado. Si se llega a comprender este fenómeno, es posible manejarlo; pero si no, puede acarrear grandes dificultades.
La clave para comprender los procesos de retroalimentación y demora consiste en entender
que bajo las apariencias siempre existe un sistema independiente que se desarrolla según sus propias
leyes, y que mientras más se traten de atacar los síntomas superficiales sin prestar atención a lo que
ocurre en el fondo, más energía se gastará en vano.
Senge describe una serie de estructuras genéricas (arquetipos sistémicos) que se repiten en
muchos de los problemas sistémicos y que si se desconocen nos mantienen prisioneros sin percatarnos de ello. Los arquetipos sistémicos por lo general son resultado de cierta combinación de ciclos
reforzadores o ciclos compensadores.